Estimados colaboradores:
El jueves 8 de marzo de 2012 procedimos a recoger un ejemplar de Procyon lotor, o mapache, aparecido deambulando en un cuarto de Baño en Golf del Sur, Municipio de San Miguel, Tenerife.
Con la entrada en vigor del Real Decreto 1628/2011 de especies exóticas invasoras esta especie pasa a estar incluida en el Anexo I del Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, lo que significa que está prohibida su posesión, transporte, reproducción y comercio.
El ejemplar, de avanzada edad, se encuentra depositado en las instalaciones del Centro de Investigación y Conservación de Fauna de la Fundación Neotrópico a disposición de las autoridades competentes.
Se trata de un taxón especialmente peligroso desde el punto de vista de afección a las especies nativas del archipiélago canario. Valga como ejemplo que el 15 de octubre de 2003 se capturó en Lanzarote un mapache escapado que había causado la muerte de más de 100 pardelas, Calonectris diomedea, especie amenazada. Los mapaches son también muy peligrosos para la población humana desde el punto de vista zoonótico (transmisión de enfermedades desde los animales hacia los seres humanos).
Es una especie con abundantes antecedentes de aclimatación en el territorio peninsular y europeo, constituyéndose en una de las especies invasivas potencialmente más peligrosas para los ecosistemas naturales.
Entre otras, caben destacar las siguientes patologías infectocontagiosas y parasitosis transmitidas por mapaches:
Leptospirosis, rabia, enteritis parvoviral, toxoplamosis, etc. Es de especial interés por el peligro que supone para la salud de la población humana la bailisascariasis o lombriz de los mapaches.
Bailisascariasis. Con la llegada de los mapaches al mercado de mascotas exóticas ha aumentado también el riesgo de infección por un helminto parásito de estos animales, el Baylisascaris procyonis o lombriz de los mapaches. Cuando los huevos del parásito son ingeridos (transmisión fecal-oral) por un hospedador como el ser humano, las larvas migran por el organismo a través de los tejidos hasta infectar los globos oculares y el cerebro produciendo la muerte o secuelas permanentes. La prevalencia de la parasitosis en mapaches es muy alta. Los huevos pueden permanecer latentes por periodos de tiempo muy largos y son necesarios muy pocos para producir una infección efectiva. Los síntomas son meningoencefalitis eosinofílica, patologías oculares y pseudotumores eosinofílicos cardiacos. También hay granulomas que contienen larvas en distintos órganos y tejidos del hospedador, especialmente en el cerebro y tejido cardiaco.
Las secuelas en los pacientes que sobreviven afectan de forma severa al sistema nervioso central. No existe tratamiento efectivo contra la forma visceral de Baylisascaris procyonis.
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